AVISO A LOS POBRES PECADORES: EL INFIERNO ES REAL


¿Por que insistir en la existencia del infierno?



Si hay un peligro mortal ante nosotros, el amor exige que quienes lo saben alerten a todos cuanto antes. El infierno es no solo un peligro mortal sino también eterno. Es, en realidad la mayor desgracia, total y definitiva, que nos puede ocurrir.

Dios es amor. "quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión" ( 2 P. 3,9). Por ese amor infinito envió a su único Hijo, Quien se hizo hombre y murió por nuestra salvación. Pero si no nos convertimos a El en el tiempo limitado que tenemos en la tierra, si nos obstinamos en seguir viviendo en pecado mortal, entonces iremos al infierno. No podremos culpar a Dios. El ya lo hizo: nos abrió las puertas del cielo. Pero jamás nos forzará a entrar.

Los que niegan el infierno no conocen la Palabra de Dios y están separados de la Iglesia. Se dejan llevar por un mundo que se burla u opta por ignorar las realidades más importantes. Pero les ocurrirá como a los compatriotas de Noé que se reían mientras el construía el arca para sobrevivir al diluvio.

Todos los que se burlan también morirán y no podrán escapar de la realidad por más que ahora se empeñen en negarla.

Los cristianos no debemos basar nuestra buena conducta en el miedo al infierno sino en el amor a Dios. Pero al mismo tiempo es saludable recordar que hay un justo castigo. En momentos de ceguera y debilidad, cuando la tempestad de la tentación es recia, pensar en el infierno es saludable y provechoso en caso que nuestro amor esté debilitado.

Jesucristo habló claramente del infierno. En el Nuevo Testamento se le llama "gehenna":

Mateo 5:22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.

Mateo 5:29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.

Mateo 10:28 "Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna.

Mateo 23:33 "¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna?

Santiago 3:6 Y la lengua es fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua, que es uno de nuestros miembros, contamina todo el cuerpo y, encendida por la gehenna, prende fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos.





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